Carlos Sastre mantuvo el tipo durante toda la etapa, finalizando en el puesto cuadragésimo cuarto con el mismo tiempo que Calzati, manteniendo el decimoctavo puesto de la general a 2’27”, que equivale a ser el primer español en la ronda gala. Mañana es jornada de descanso, para reanudarse el Tour el martes 11 de julio, con una etapa de 170 kilómetros entre las poblaciones de Burdeos y Dax.

Para el de El Barraco, cuando aún no se ha llegado al ecuador de la prueba, su papel es diferente al que en principio iba a realizar como ayudante de Ivan Basso en la montaña. Sin el italiano en carrera, Bjarne Riis, el director deportivo del CSC, ha designado a Carlos Sastre como el corredor que tiene que sacar a su equipo del atolladero, por lo que afirmó después de la buena contrarreloj realizada que “tengo un nuevo papel”. Para ello sus compañeros le han estado protegiendo. “Me han apartado de las caídas y me han llevado con cuidado durante la primera semana de carrera”, señalaba el abulense.

Sastre reconocía que la contrarreloj de Renne “era un test muy importante. Del resultado dependían muchas cosas. El equipo tiene plena confianza en mí”, después de asumir la máxima responsabilidad en el mismo. “Mis sensaciones fueron buenas. Digamos que he sufrido muy a gusto sobre la bicicleta. Lo hice lo mejor que pude y por tanto debo darme por satisfecho”.